Invitados.- En nombre de su majestad la reina se enviaron invitaciones a 2.000 personas, pero menos de la mitad de ellas participará de los agasajos. Según "The Sunday Times", la mayoría son parientes y amigos de los novios. Hay 50 miembros de la familia real británica, 40 de casa reales europeas; políticos, parlamentarios y diplomáticos; integrantes de ONG con las que colabora Guillermo; y oficiales de las Fuerzas Armadas (entre ellos, soldados heridos en Afganistán e Irak). Asimismo, fueron invitados las ex novias de William y sus ex compañeros de la universidad. Al grupo de celebridades lo encabezan David Beckham y su mujer, y el cantante Elton John. Resaltan algunas ausencias; la más notable de ellas es la de el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Tampoco estará la Familia Imperial de Japón, en señal de luto luego del terremoto.
El agape.- Casi todos los detalles se mantienen en secreto. Sin embargo, Mark Flanagan, chef del Palacio, se permitió contar que el equipo de cocineros está formado por estudiantes de Gastronomía de todo el país y empleados que llevan más de 20 años en el servicio real. Durante el almuerzo, previsto para las 12.30, se servirán 150 tipos de canapés (foto izquierda). Se utilizarán carnes, frutas y verduras provenientes de granjas y huertas de la familia real. Sobre la fiesta nocturna la reserva es absoluta.
Donaciones en vez de regalos.- William y Kate han pedido que, en lugar de enviar regalos, se haga una donación destinada a organizaciones que ellos apoyan. La gama de los proyectos es muy amplia: desde ayuda a niños que sufren enfermedades terminales hasta programas de protección para especies animales en riesgo de extinción.
Jugar a casarse.- La boda ha sido representada en miniatura por empleados de la empresa Legoland, de Windsor. El trabajo insumió cerca de 30 horas y más de 10.000 piezas de Lego. La maqueta recrea el momento en que los príncipes, luego de casarse, saludan en el Palacio de Buckingham (foto derecha).
Seguridad.- Según los datos que el Ministerio de Defensa "se complace" en confirmar, oficiales de la Guardia Galesa esperarán en la explanada del Palacio el regreso de los miembros de la Familia Real. Más de 1.000 efectivos y músicos militares se apostarán en el camino de la Abadía de Westminster al Palacio, y a lo largo del trayecto oficiales de la Household Cavalry Regiment Montada escoltarán tanto a la reina y al Duque de Edimburgo como a los novios. Esto implicará unos 160 caballos. Pero otras medidas de seguridad deberán tomarse, y a nadie "le complace" tener que comunicarlas: Scotland Yard debe lidiar con amenazas terroristas y con el temor a que estalle la violencia callejera, como a fines de marzo. Por consiguiente, además de las honoríficas guardias que establece el protocolo, la policía dispuso que cuatro guardaespaldas custodiarán a Kate y otros cuatro al príncipe. "La policía está dispuesta a utilizar todos los medios razonables para garantizar que la boda sea un éxito total", comentó el alcalde de Londres, Boris Johnson. El comandante Bob Broadhurst, encargado de mantener el orden, afirmó por su parte que la policía no dudará en ejercer poderes que generalmente es reacia a utilizar, como controles de identidad o los registros personales.
Negocio musical.- Inédito en la historia de Gran Bretaña: la música tocada durante la boda será grabada y puesta a la venta a partir del 5 de mayo en formato digital, discos de vinilo, CD y casetes. La música estará a cargo del Coro de la Abadía de Westminster y del de la Capilla Real, de la Orquesta de Cámara de Londres y del grupo de fanfarria de la Banda Central de la Royal Air Force.